jueves, 28 de mayo de 2015

La última copa II

Todo comenzó de repente, o quizá no. Poco importa eso a estas alturas. El caso es que un día ya no pudo más y decidió acabar con ello. Solo que para ello tendría que acabar con él. Con su propio hermano, su hermano gemelo.

Tenia que hacerlo, ya no soportaba más la sucesión de chicas drogadas siendo violadas por su hermano. Lo más terrible era que ellas eran conscientes de todo lo que pasaba pero incapaces de moverse. El Rohypnol actuaba así, te impedía reaccionar pero no por eso dejabas de sentir. Atrapadas en su propio cuerpo.

Entro en casa y, como siempre, su hermano estaba allí. Sabía que era imposible convencerlo de que lo dejara, que era imposible que su hermano cambiara. Se enfrentaron, fue terrible pero al final consiguió vencerlo. Su hermano ya no volvería a hacerlo, nunca. Ya estaba muerto.

Por eso mientras veía a su interlocutora ponerse unos guantes y limpiar los vasos de whisky y contarle por que le había envenenado con tretrodotoxina, él intentaba hablar. De haber sido posible le habría gritado que él era inocente, que su hermano era quien lo había hecho pero que él ya le había matado. No podía hablar, no podía moverse, se moría y no podía defenderse. Así debieron sentirse las victimas de su hermano en ese sentido ella lo había hecho bien. La venganza perfecta en la victima equivocada.


“Piensa en ello, pero hazlo rápido. Te quedan tres minutos de vida”. Fue lo último que oyó mientras la veía alejarse…




Pero de repente el mundo se detuvo, al menos para él. Su hermano estaba sentado frente a él, justo donde su asesina acababa de levantarse. ¿Cómo era posible? Si ya estaba muerto. ¿Cómo ha vuelto?

- “Creíste que me habías matado ¿verdad? Pero tú no puedes matarme. No, al menos sin matarte a ti a la vez. ¿Y sabes porqué? No soy tu hermano, no me mires así. No soy tu hermano por qué no tienes hermanos, nunca lo has tenido. Yo soy tú.

Personalidad disociativa se llama pero todo el mundo lo conoce por doble personalidad.

¿No me crees? ¿Te resistes a creértelo? Dime, ahora puedes hablar, estamos en tu cabeza. O mejor debería decir en mi cabeza, o en la nuestra”.

- ¡No puedes estar aquí, yo te mate!- se sorprendió al poder hablar- ¡Acabe contigo!
- ¿Qué tu acabaste conmigo? ¡¡¡¡ Eso es imposible!!!! ¡¡¡¡¡ Yo siempre he estado ahí tú no!!!!! No pienses que te inventaste un hermano gemelo o que en realidad tú no eres así, hace seis meses ni estabas, pero apareciste un día y no dejabas de incordiar diciéndome que parara, que no podía seguir haciéndolo…¡¡¡¡ Como si tu fueras mejor que yo!!!!
-¡Claro que lo soy! ¡Te pare!
- Pues entonces dime una cosa, ¿si de verdad me paraste, si tú eres el bueno y no solo soy tu “yo” malo porqué llevas en el bolsillo de tu americana el bote de pastillas de Rohypnol? ¿Ibas a drogarla como a las otras? ¿La ibas a violar también? Sí, claro que sí. Lo necesitas, necesitas el poder, la dominación. Necesitas someterlas y que sean conscientes de ello. Eres así y lo sabes ¿Tú me mataste? No, yo te cree a ti y ahora soy yo quien te va a matar.
- No puedes, no eres real.
- Bueno ya da igual ¿no crees? El corazón se esta parando... A la que nunca van a encontrar es a la chica que dejaste atada en la cama. No has pensado en ella hasta ahora ¿verdad? ¿Ves? Al final eres peor que yo.




Para mi Musa. Por ser como eres. 

martes, 26 de mayo de 2015

La última copa

Los dedos de Mark Knopfler se movían magistralmente a lo largo de las seis cuerdas y “Sultans Of Swing” comenzaba a sonar cuando ella entro en el bar, bajo las escaleras de la entrada y avanzó paralelamente a la barra y se sentó sola casi al fondo de la misma. Pidió una copa y empezó su particular juego.

Él ya estaba allí, como toda la semana, casi en la entrada frente a la diana de dardos. Ella le había ignorado a propósito pero ahora que él la miraba no pudo dejar de corresponder dicha mirada mientras le dedicaba una sonrisa cómplice cargada de intención.

-¿Puedo invitarte una copa? Le pregunto él
- No, yo te invito.
- De acuerdo- le contesto con una sonrisa que no conseguía ocultar su sorpresa por lo bien que parecía ir la noche.
- ¡Dos Cardhu Cask Reserve!- pidió al camarero, un tipo simpático de ojos clarísimos- ven, vamos a una mesa.

El bar, una taberna irlandesa en realidad, tenia mesas en paralelo a la barra y en una especie de sala cuadrada al final del bar que quedaba oculta a la vista desde casi todo el resto del local. Eligio una de estas últimas, la mas escondida, situada en una de las esquinas. Dejo que él se sentara al fondo y ella quedo de espaldas al resto del bar.

Ahora eran los acordes de Don´t Cry de Gun´s & Roses los que sonaban creando el ambiente perfecto.

- No suelo beber whisky solo.
- Por eso he invitado yo, te va a gustar.
- Normalmente no suelo dejar que sean las chicas las que me inviten a mí.
- ¡Dos excepciones en el mismo día! Quizás deba hacer yo alguna también, aunque solo sea por compensar.
-¿Sí? ¿Por ejemplo?
- Ya lo veras… ¿Brindamos?... ¡Por las excepciones!
Dio un largo trago a la copa sintiendo la quemazón recorrer su garganta. Vio como su interlocutor casi acababa la suya y pensó que no dejaba de ser un desperdicio de whisky, pero, por otro lado, era preferible así.

Siguieron hablando mientras Slash, Axel y su banda dejaban paso a Queen y su inolvidable ¨Too Much Love Will Kill You”, una de sus grandes baladas, cuando ella vio en los ojos de él lo que llevaba esperando desde que empezaron a beber.

Entonces ella dejo de sonreír y su mirada se endureció a la vez que tomaba un cariz de frialdad mientras ponía en la mesa un pequeño cilindro, un recipiente vacio similar a los que se usan para la muestras de sangre solo que de menor tamaño.

-“Tretrodotoxina- dijo- ya sabes, la del pez globo. En realidad no así exactamente pero bueno. No, este es un veneno diseñado especialmente para la ocasión. Un químico que conozco me los diseña, una neurotoxina paralizante concentrada. Por eso te sientes así, por eso no puedes hablar ni moverte. Por eso te quedan apenas unos minutos de vida”.

“¿Rohypnol es lo que tú usabas, no? Me lo dijo Mónica Sáez ¿la recuerdas? Tú la drogaste y violaste. Ella es quien me ha contratado, de hecho me pidió que te lo dijera. Normalmente nunca se quien me contrata ni por qué pero cuando ella lo hizo insistió. Mucho. Y ahora, viendo el miedo en tus ojos me alegro de que lo hiciera”.

Mientras hablaba se puso unos guantes de goma que llevaba en el bolso de donde saco también un frasco con difusor lleno de agua con lejía y empezó a aplicarlo a sendos vaso para borrar todo rastro de ADN. Después con un pañuelo limpio las huellas y dejo los vasos encima de la mesa. Al estar situada de espaldas al resto de los clientes y el camarero nadie se percato de la operación.

- ¡Starway To Heaven! No deja de ser irónico que sea esta la última canción que te escuches en tu vida. ¿Sabes una cosa? Mónica se habría ido a la cama contigo si se lo hubieras pedido, si hubieras tenido el valor de hablar con ella. Ahora sacare el teléfono fingiendo que salgo a atender una llamada y me iré, así nadie se extrañara al menos durante unos minutos y ya me habré ido. Y tú estarás muerto, muerto por cobarde.

Tal como dijo se llevo el teléfono a la oreja fingiendo responder una llamada y mientras se levantaba de la mesa se dirigió por última vez a su victima.

- Piensa en ello, pero hazlo rápido. Te quedan tres minutos de vida.





Para ti. Por la inspiración. Por la sugerencia.