Todo comenzó
de repente, o quizá no. Poco importa eso a estas alturas. El caso es que un día
ya no pudo más y decidió acabar con ello. Solo que para ello tendría que acabar
con él. Con su propio hermano, su hermano gemelo.
Tenia que
hacerlo, ya no soportaba más la sucesión de chicas drogadas siendo violadas por
su hermano. Lo más terrible era que ellas eran conscientes de todo lo que pasaba
pero incapaces de moverse. El Rohypnol actuaba así, te impedía reaccionar pero
no por eso dejabas de sentir. Atrapadas en su propio cuerpo.
Entro en
casa y, como siempre, su hermano estaba allí. Sabía que era imposible convencerlo de que lo dejara, que era imposible que su hermano cambiara. Se enfrentaron,
fue terrible pero al final consiguió vencerlo. Su hermano ya no volvería a
hacerlo, nunca. Ya estaba muerto.
Por eso
mientras veía a su interlocutora ponerse unos guantes y limpiar los vasos de
whisky y contarle por que le había envenenado con tretrodotoxina, él intentaba
hablar. De haber sido posible le habría gritado que él era inocente, que su
hermano era quien lo había hecho pero que él ya le había matado. No podía hablar,
no podía moverse, se moría y no podía defenderse. Así debieron sentirse las
victimas de su hermano en ese sentido ella lo había hecho bien. La venganza
perfecta en la victima equivocada.
“Piensa en
ello, pero hazlo rápido. Te quedan tres minutos de vida”. Fue lo último que oyó
mientras la veía alejarse…
Pero de
repente el mundo se detuvo, al menos para él. Su hermano estaba sentado frente
a él, justo donde su asesina acababa de levantarse. ¿Cómo era posible? Si ya
estaba muerto. ¿Cómo ha vuelto?
- “Creíste
que me habías matado ¿verdad? Pero tú no puedes matarme. No, al menos sin
matarte a ti a la vez. ¿Y sabes porqué? No soy tu hermano, no me mires así. No soy
tu hermano por qué no tienes hermanos, nunca lo has tenido. Yo soy tú.
Personalidad
disociativa se llama pero todo el mundo lo conoce por doble personalidad.
¿No me
crees? ¿Te resistes a creértelo? Dime, ahora puedes hablar, estamos en tu
cabeza. O mejor debería decir en mi cabeza, o en la nuestra”.
- ¡No
puedes estar aquí, yo te mate!- se sorprendió al poder hablar- ¡Acabe contigo!
- ¿Qué tu
acabaste conmigo? ¡¡¡¡ Eso es imposible!!!! ¡¡¡¡¡ Yo siempre he estado ahí tú
no!!!!! No pienses que te inventaste un hermano gemelo
o que en realidad tú no eres así, hace seis meses ni estabas, pero apareciste
un día y no dejabas de incordiar diciéndome que parara, que no podía seguir haciéndolo…¡¡¡¡
Como si tu fueras mejor que yo!!!!
-¡Claro que
lo soy! ¡Te pare!
- Pues entonces
dime una cosa, ¿si de verdad me paraste, si tú eres el bueno y no solo soy tu “yo”
malo porqué llevas en el bolsillo de tu americana el bote de pastillas de Rohypnol?
¿Ibas a drogarla como a las otras? ¿La ibas a violar también? Sí, claro que sí.
Lo necesitas, necesitas el poder, la dominación. Necesitas someterlas y que sean conscientes de ello. Eres así y lo sabes ¿Tú me mataste? No, yo te cree a ti y ahora soy yo quien te va a matar.
- No
puedes, no eres real.
- Bueno ya
da igual ¿no crees? El corazón se esta parando... A la que nunca van a encontrar
es a la chica que dejaste atada en la cama. No has pensado en ella hasta ahora
¿verdad? ¿Ves? Al final eres peor que yo.
Para mi Musa. Por ser como eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario